Azurite

La azurita, también llamada chesilita o malaquita azul, es un mineral de cobre que se forma en los depósitos de cobre expuestos a la intemperie. Posee un color azul muy característico. Frecuentemente se encuentra asociada con otros minerales de cobre: normalmente con malaquita, de color verde, y alguna vez con cuprita, de color rojo oscuro.

Originaria del centro de Europa y los montes Urales, y de dureza algo más elevada que su homónima verde, la azurita adquiere un brillo ligeramente superior al pulírsela, por lo que es muy preciada en joyería. Sin embargo, su relativa rareza, y su costo más elevado limitan sus aplicaciones ornamentales.

En el antiguo Egipto, por ejemplo, sólo los faraones, los sacerdotes y pitonisas de más alto rango podían permitirse el lujo de usarla para recubrir el interior de sus tocas, lo que les permitía elevar la conciencia hasta los dioses mayores; los funcionarios de niveles menores debían "conformarse" con el lapislázuli.

Es afín al chakra laríngeo y frontal.

Es eficaz para desbloquear cualquier zona del cuerpo.

Ideal para tratamientos de constipaciones intestinales, congestión de las vías respiratorias (gripes, resfríos), problemas vasculares derivados de formaciones arterioescleróticas y obstrucciones uterinas y prostáticas.

En forma de varita, constituye una herramienta muy poderosa para la conducción y orientación de energías cósmicas, que pueden canalizarse hacia el tercer ojo durante la meditación, o hacia puntos neurálgicos durante las curaciones.

El color azul profundo pero traslúcido de esta piedra representa la Luz disolviendo la oscuridad de la ignorancia, y transformándola en un conocimiento puro y cristalino.

Magnífica para la meditación de los clarividentes, lo cual la convierte en la piedra de base para el tercer ojo.

Esta es la piedra de los espíritus sensitivos.

Eleva los planos del pensamiento y el conocimiento, incitando al subconsciente a dedicarse a lo esencial, sin dejarse llevar por lo transitorio.

Actúa como catalizador entre lo terrenal y lo cósmico; lo físico y lo espiritual. Paralelamente, su asimilación con el Rayo Azul, regente de la comunicación, permite que la Luz interior se manifieste en pensamientos, sentimientos, palabras y actitudes.

Propiedades espirituales y curativas

Antiguamente se utilizaba para fortalecer el cerebro, porque incrementa la materia gris.

Es la propiedad de la memoria: llevada a modo de colgante, esta piedra es como un continuo recordatorio, indicada para aquellas personas que no tienen memoria.

Cura el nerviosismo, estimula el apetito.

Indicada para aquellas personas dominantes, autoritarias e inflexibles.

Abre los chackras del corazón, de la corona y sacral

Afinidad con los signos de: Aries, Virgo, Tauro, Cáncer, Libra, Escorpio, Capricornio y sagitario.

Fuente: Prof. Christian Cazabonne